VICTORIA DE SAMOTRACIA
“Se trata de una idea, de todo un pueblo, de un momento heroico en la vida de un pueblo, el tejido se pega, las alas baten, los senos se inflaman. No necesito ver la cabeza para imaginar su mirada”
Paul Cézanne, 1839-1906
La Victoria de Samotracia pasó a formar parte de la colección permanente del museo del Louvre en 1866. Lo que muchos no saben, es que a la famosa escultura le faltaba una parte inferior que no fue hallada hasta el año 1875. Esta parte inferior se trataba de la representación escultórica de la proa de un barco de guerra.
El conjunto escultórico, que incluye a la diosa Victoria y la proa del barco, formaban una única ofrenda ubicada en el santuario de los Grandes Dioses en Samotracia. La escultura pretendía conmemorar la victoria de Rodas durante una batalla naval contra el imperio seléucida.
A pesar de que es un reconocido ejemplo de la escultura helenística, también es una imagen que se ha copiado en todo tipo de formatos: sellos, billetes, monedas y reproducciones varias en escultura y pintura.
A pesar de su origen griego, la obra se ha convertido en todo un icono del Louvre y de Francia. Ha convertido el museo en su nuevo hogar y en la actualidad, ha tomado un puesto de honor convirtiéndose en una de las “tres grandes damas” del museo más visitado del mundo, junto con la Venus de Milo y la Gioconda, con las que comparte título.
Igual que los frisos expoliados del Partenón de Atenas, ubicados ahora en el British Museum, existe en torno a la Victoria el mismo debate sobre su regreso a Grecia, lugar de nacimiento. De momento, permanecerán en sus lugares de adopción, pero surge en torno a esto preguntas de libre respuesta, ¿Quién tiene más derecho a poseerla? O ¿Qué es más importante; dónde fue creada o quién la ha mantenido hasta ahora?.
Jone González
Historiadora
Mas información: jonegf928@gmail.com